Mujeres en cadena

lunes, 26 de diciembre de 2011

Lo que paso, paso... Mathatma Ghandi

Magnifica explicación, de cómo tomar "Lo mejor" de la vida, y de que: Todo llega a su tiempo.. Lo que queremos deseamos y anhelamos... Realmente hay un designio para cada uno de nosotros. Es algo que debemos descubrir. Los pasos que aquí nos indica Ghandi, nos llevara a encontrar nuestra verdadera felicidad, la satisfacción de una vida exitosa....

viernes, 16 de diciembre de 2011

Meditación

Incluyo un video de meditación, hay muchos en la red, hay muchos tipos de técnicas, cada uno tiene que encontrar la suya...
Esto es sólo una muestra, una invitación a iniciar un camino... largo, lento pero de con beneficios incomparables y maravillosos para uno mismo...

No es un juego, ni algo que esta de moda… pararse a meditar es iniciar un camino de retorno al origen, intento de ir más allá, trascender nuestros limites para ir allí donde está nuestra primera y ultima libertad. Es el momento más sagrado del día para traspasar el misterio de nosotros mismos y acariciar la presencia de lo oculto. No se aprende a meditar pensando

Es un método seguro, hay muchos caminos para acceder a un estado consciencia pura… hay tantos senderos como seres humanos, cada uno debería caminar por el suyo propio. Hay vías instantáneas (sustancias quimicas, alucinogenos, hongos… )y progresivas, la consciencia está siempre, es el deslumbramiento con los objetos externos lo que nos impide percibirla, el mundo exterior opaca la conciencia… Todo depende del grado de preparación y evolución del individuo para soportar un despertar instantáneo.


Poco a poco se profundiza en la realidad que uno es, para descubrir lo que no es, es un proceso de integración

Meditación es el estado de ser que se encuentra más allá de la mente por lo tanto carece de etiquetas, nombres, conceptos, sensaciones, pensamientos y emociones. Es tu ser real, eres tu.



La felicidad

Me pasaron este texto... y resume perfectamente en lo que estoy en este momento y mi concepción de la felicidad...  Me encanto!! espero que os gusté...





Siempre he querido ser feliz, y durante mucho tiempo he creído que alguna vez en el pasado fui feliz —fui feliz en mi infancia, fui feliz cuando estuve enamorado, cuando conseguí mi primer trabajo…— pero la felicidad parecía inalcanzable en el presente, siempre se me escapaba sin descubrir su secreto. La felicidad es de hecho tan huidiza para la gente que muchos ni siquiera se plantean sen felices, les basta con estar bien. Aumentar nuestro bienestar, nuestra calidad de vida, se ha convertido ahora mismo en uno de los principales motivos de la causa por la sostenibilidad. Y es un buen objetivo, pero a mi no me basta, yo quiero ser feliz, quiero ser feliz en todo momento, en todo lo que hago, ¿es tan difícil? ¿es tan descabellado querer ser feliz todo el tiempo?

Si ahondamos un poquito más y preguntamos a la gente en qué consiste, según ellos, estar bien, muchos responderán que se está bien cuando se tiene dinero, lo que permite comprar las cosas necesarias para vivir, cuando se tiene salud y se puede disfrutar de ella en libertad, y cuando se tiene alguien que nos cuide y nos de cariño y amor. Dinero, salud y amor son, según el dicho, las tres cosas más importantes que hay en la vida. ¿Lo son? Si así fuera, yo, que no tengo dinero —y el que tengo, lo estoy invirtiendo en construir una casa que nunca será mía—, que ando últimamente un tanto precario de salud, y que vivo sin un alguien que me cuide, debería ser la persona más infeliz del mundo. Y sin embargo, yo no siento estar mal, y mucho menos ser infeliz. Tampoco me ha parecido, cuando he viajado por alguno de esos países en los que no circula el dinero, que la gente sea infeliz por no tener casi nada.

Y es que para estar bien no se necesita tener dinero, ni una perfecta salud ni un alguien que nos cuide. Estamos bien cuando somos capaces de satisfacer nuestras necesidades a partir de los recursos disponibles. Las necesidades varían de una cultura a otra, e incluso dentro de una misma cultura son distintas en diferentes entornos sociales. Si, por influencia social, me planteo necesidades muy altas, que no puedo satisfacer con mis recursos, entonces tengo todos los puntos para pensar que estoy mal, y de rebote, para ser infeliz. Si, por el contrario, reduzco y simplifico mis necesidades hasta el punto de satisfacerlas fácilmente con los recursos a mi alrededor, entonces seguro que estoy bien. Podré ser más o menos feliz, pero estar, estaré bien.

Si las necesidades varían de una cultura a otra, de una forma de vida a otra, podemos preguntarnos cuáles son las necesidades básicas de una persona que quiere vivir sosteniblemente. Partiendo del hecho de que somos seres en relación, yo he dividido las necesidades humanas en tres esferas relacionales: necesidades ecológicas, sociales y espirituales. Las primeras las he llamado ecológicas porque tienen que ver con la relación que establecemos con nuestro entorno. Se pueden explicar considerando los cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. Necesitamos aire para respirar, agua para beber, tierra para producir alimentos y fuego, o energía, para tener luz y calor. Estas son las necesidades básicas. Si no las satisfacemos, morimos. Hay una sola forma de satisfacer dichas necesidades sosteniblemente: los cuatro elementos deben estar limpios, el aire, el agua, el suelo y la energía deben ser limpios, por nuestro propio bien y por el bien del planeta en el que vivimos.

Las necesidades sociales tienen que ver con la relación que establecemos con otros seres humanos. Necesitamos relacionarnos con otros seres humanos, en parte para hacer más fácil la satisfacción de nuestras necesidades fisiológicas, en parte para desarrollar nuestra identidad personal y grupal, en parte para querer y sentirnos queridos, en la amistad, en la relación de pareja, en la familia, en la comunidad de la que somos parte. El rito, la celebración y la fiesta, entre otras actividades culturales, contribuyen a desarrollar esa necesidad de pertenencia e identidad colectiva y son, por tanto, algunos de los satisfactores más antiguos.

Por último, están las necesidades que nos ponen en relación con nosotros mismos, con nuestro ser profundo y con la totalidad. El deseo de conocernos, de explorar nuestros límites, de aumentar nuestra conciencia de las cosas, de expresar creativamente lo que llevamos dentro, de mostrar nuestra belleza interior, de sentir una vida plena, de transcender nuestra finitud y expandir nuestro ser hacia la totalidad de las cosas, de sentirnos uno con el universo…, todas ellas son necesidades espirituales.

Por qué los niños no quieren ser cientificos??

Es un video muy sencillo... pero muestra como la educación que recibimos, además de no dar cabida a todas nuestras potencialidades, nos coarta nuestro desarrollo natural haciendo que aborrezcamos el arte, las ciencias...

Es interesante el video, echarle un vistazo!!






lunes, 12 de diciembre de 2011

Diez razones para no pegar a sus hijos


Jan Hunt, una psicologa americana-canadiense nos da diez razones para no pegar a los niños, aunque para mi no hay ninguna razón que lo justifique

En Suecia y en Noruega es ilegal que un padre, maestro o cualquier otra persona pegue a un niño. En otros estados y provincias, pegar sólo es ilegal para un maestro. En Norte de América el castigo corporal por parte de los padres, sino es demasiado severo, sigue siendo visto por muchos como una disciplina necesaria, tolerada o, incluso, fomentada.
En los últimos años, muchos psiquiatras, sociólogos, investigadores y padres han exhortado prohibir el castigo corporal a los niños. La razón más importante según el Dr. Peter Newell, coordinador de la organización “End Punishment of Children” (EPOCH) es que «toda persona tiene derecho a la protección de su integridad física, y los niños son también personas».
1. Golpear a los niños les enseña a convertirse en personas que a su vez golpean a los otros. Varios estudios e investigaciones han demostrado una correlación directa entre el castigo corporal en la infancia y la conducta agresiva o violenta de los jóvenes y adultos. De pequeños, prácticamente todos los delincuentes más peligrosos han sido víctimas de amenazas y maltratos. Naturalmente los niños aprenden a comportarse mediante la observación y la imitación de sus padres, ya sea para bien o para mal. Por lo tanto, es responsabilidad de los padres dar ejemplo de empatía y de sabiduría.
2. En muchos casos del denominado “mal comportamiento”, el niño está simplemente respondiendo de la única manera que le es posible, en base a su edad y su experiencia, a la negación de sus necesidades básicas. Algunas de estas necesidades son: el sueño, una nutrición adecuada, el tratamiento de una alergia oculta, el aire fresco, el ejercicio físico y la libertad suficiente para explorar el mundo que le rodea. Pero su mayor necesidad consiste en recibir amor y atención de sus padres. Lamentablemente, en la actualidad, pocos niños reciben suficiente tiempo y atención, ya que sus padres están a menudo cansados y distraídos y muestran muy poca comprensión y paciencia con el pequeño. Es muy injusto castigar físicamente a un niño que en realidad se limita a reaccionar de una manera natural a la falta de atención de sus necesidades básicas y a sus deseos fundamentales. Por esta razón no sólo el castigo no es efectivo, sino que está claramente injustificado.
3. Los castigos físicos no dejan al niño aprender a resolver los conflictos de una forma humana y eficaz. Como ha escrito el educador John Holt, «Cuando atemorizamos a un niño, frenamos de golpe su aprendizaje». Un niño que ha sido pegado se concentra únicamente en sus propios sentimientos de ira y venganza, y así viene privado de la oportunidad de aprender a solucionar los problemas de una manera creativa. Por lo tanto, un niño castigado aprende poco acerca de cómo manejar o prevenir situaciones similares en el futuro.
4. «La letra con sangre entra», aunque muy citado, es en realidad una interpretación errónea de la enseñanza bíblica. Mientras que la palabra “vara” se menciona muchas veces en la Biblia, sólo en el Libro de los Proverbios se utiliza este término en relación con el papel de los padres. De hecho, los duros métodos de disciplina del Rey Salomón llevaron a su propio hijo, Roboam, a convertirse en un dictador tiránico y opresivo que escapó por poco de la muerte por lapidación a causa de su crueldad. En la Biblia, no encontraremos ningún fundamento para utilizar la disciplina severa, salvo en el Libro de los Proverbios de Salomón. Jesús dijo que los niños estaban cerca de Dios y que necesitan amor, no castigo.
5. Los castigos físicos interfieren en el vínculo entre padres e hijos, porque va contro natura el sentir amor por alguien que nos hiere. Un auténtico espíritu de cooperación, tal y como todos los padres lo desean, sólo puede fundarse en un fuerte vínculo basado en sentimientos de amor mutuo y consideración. Los castigos físicos, incluso cuando pueda parecer que funcionan, sólo originan superficialmente un buen comportamiento basado solamente en el miedo, que se podrá mantener hasta que el niño tenga la edad suficiente para oponer resistencia. Al contrario, la cooperación basada en el respeto dura permanentemente, llevando a vivir muchos años de felicidad mutua mientras el niño crece y los padres envejecen.

Los niños no son objetos... ¡son personas!

Suscribo todo lo que dice el Blog de Sarai Llamas, estamos constantemente buscando formulas educativas, métodos, técnicas... y no escuchamos la necesidad auténtica de nuestros hijos y la nuestra... Estamos buscando fuera y quizás no estamos viendo que las respuestas están dentro... Cuestionemos cómo y por qué lo hacemos pero desde la escucha interna y profunda...



¿Por qué esta reciente obsesión en buscar y difundir “métodos” para educar a los niños?
Los libros, las revistas, algunos programas de televisión… dan a conocer estos “métodos”, la gran mayoría de ellos sin algún valor científico ni pedagógico.
Es de verdad muy triste pensar que todo esto hace de los niños tan solo “objetos que deben configurarse” como los electrodomésticos.
¿Por qué tenemos que hacerlo? Con el fin de que no molesten a sus padres, ¡naturalmente!. Pero también para poder comercializar dichos “métodos” a través de operaciones de mercado que enriquecen a los autores y empobrecen los afectos.
Sí, porque en nuestra sociedad actual, hecha de padres que siempre tienen prisa — hijos de la cultura en la cual “si el niño llora, déjalo, que se le ensanchan los pulmones” —, trabajadores indefensos que tienen que hacer de todo a causa de una situación económica de verdad preocupante, los niños no son comprendidos.

Todo esto ofusca los valores familiares, los bebés vienen considerados como un estorbo, el tiempo dedicado a estar con ellos siempre es menos y los padres están cada vez más cansados.
Y los entiendo, de verdad.
Pero hay también que comprender a esos padres (que son cada vez más) que, aún trabajando y quizás sin demasiada ayuda por parte de los demás, sin embargo, logran con alegría y satisfacción arreglárselas solos, sin un método, sin un experto dispuesto a sacar del horno reglas dictatoriales sobre el sueño o sobre la alimentación de los más pequeños, “solamente” estando junto a sus hijos y considerándolos personas con sentimientos y merecedores de respeto y escucha.

domingo, 4 de diciembre de 2011

La realidad es una ilusión

Merece la pena verlos...


Derecho a maternar

Del blog Socmare  http://socmare.wordpress.com/, artículo que expresa de forma muy clara lo que muchas pensamos ... Mujeres dirigentes que se incorporan al trabajo renunciando a derechos que tanto han costado a muchas otras mujeres... Ni siquiera cumplen los 4 meses de baja, aun siendo éstos escasos, insuficientes, de risa... y no es la primera, también está Carmen Chacón que nos mostro sus heroicidades estando embarazada y después de parir.... Qué tipo de políticas de igualdad,  de conciliación... podemos esperar? y nos podríamos hacer muchas más preguntas...Qué modelo de mujer nos quieren mostrar? ... La verdad, es que con su ejemplo no nos están ayudando nada... yo no quiero trabajar a las 6 semanas de tener hijo, sino al año o dos años, como en otros países... y sí, quiero autorrealizarme, no tener miedo a perder mi trabajo!!



Me estaba resistiendo a escribir sobre esto, pero no puedo evitar unirme al nutrido grupo ya, de mujeres y hombres que lo han hecho sobre este tema, a raiz de la reciente incorporación al trabajo trás su maternidad de una mujer pública.
Soy madre y en tanto que lo soy me solidarizo con el resto, con todas las madres, puedo empatizar con todo o casi todo, puedo entender todo, pero hay cosas que merecen ser puntualizadas.
Mi opción para maternar fue quedarme en casa con mi hijo, verlo crecer yo, ser yo la primera que viera sus primeros pasos, sus primeros dientes, su evolución en primera persona, sin que me lo contara otro. Fui “egoista” con la vida y escogí ser madre a tiempo completo, el tiempo que considerara necesario y aqui sigo. Esta fue mi opción, pero no por ello es la MEJOR opción, aunque sin duda sí que es la mejor alternativa para mi.
Mi cuerpo y mi alma no querían estar en ningún otro sitio que no fuera al lado de mi hijo.
Pero entiendo perfectamente a las madres que escogen otra opción, sí escogen otra opción. Entiendo que no a toda mujer le apetece quedarse con su hijo, y si eso es así, realmente lo que tiene que hacer es buscar una buena alternativa para seguir con su trabajo y el tiempo que esté con su hijo que sea eso tan trasnochado de “tiempo de calidad”. Porque si lo que quieres es estar en cualquier otro lado en vez de con tu hijo, no vas a estar bien, vas a ser una gruñona, una mujer agria y tu hijo va a percibir todo eso en cada uno de tus gestos, y eso es peor que dejarlo en brazos de alguien que vaya a ocuparse amorosamente de él, mientras tu cumples con aquello que deseas y luego a la vuelta te sientes plena y con ganas de acunar a tu hijo.
Pero una cosa es un niño, y otra un bebé recien parido. Soy consciente de que en medio de todo esto, estan los derechos de quienes no tienen voz: los bebés. Su voz, sus derechos, recaen en nosotras, en sus madres y sus padres y debemos de ser lo suficientemente honestas como para al menos cubrir unos mínimos de esos derechos. Dicen de los niños que han sido relegados a un tercer o cuarto plano en las familias, jactandose de ello, esas madres dicen, que las quieren mucho y que han salido fenomenalmente a golpe de franfurt e instrucciones telefónicas a falta de su presencia, y no digo que no, han salido fenomenalmente a pesar de, no gracias a, claro está que jamás nunca nadie podrá saber cómo hubieran sido esos niños de haberse criado de otro modo, y de paso les digo que los niños siempre, siempre, siempre, quieren a sus padres, les hagan, lo que les hagan, lastimosamente los padres, las madres no siempre quieren a sus hijos.
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